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Mostrando entradas de agosto, 2012

Ayer-hoy

Y de repente nada fue como lo pensé. Tierno, cariñoso, cómplice, histórico. Vas arando en este cuerpo que ya estaba seco vas sembrando semillas de besos vas regando con detalles espacios rotos, fragmentados. Te quiero, lo confieso, y con esta confesión me comprometo no contigo, no conmigo, con estas ganas de seguir desbordando tanto amor. Si, estoy inundada y el dique se ha roto mil veces pero una vez más, vuelvo a entregar este sentimiento estas ganas de compartir, escuchar, reír, hablar. Una vez más repetimos esta historia y ahora ahora creo que si, ya te quiero.

18 de Agosto

La vista era impresionante. La ciudad se rendía a sus pies nocturna, luminosa, llena de bullicio. Era sábado. Dudó y se lo dijo. Él a fuerza de argumentos derribó temores y con el acuerdo de las dos partes procedieron a releer el contrato en donde los puntos quedaban bien estipulados. Documentos comprobatorios, promesas a largo plazo, las asperezas se irían limando en el camino y la buena voluntad se expuso sobre la mesa con la seguridad de que ambos estaban conscientes de que a partir de ese día sus vidas tendrían que ser diferentes pero no por ello incómodas con ese nuevo contrato adquirido. Pidió los tragos correspondientes para tan importante negociación y la champaña llegó fría y burbujeante a espantar las pocas dudas que todavía les quedaban. Ahora, sólo quedaba poner sobre la mesa los bienes a invertir. Y pusieron y se desprendieron del vestido, la camisa, el pantalón y las medias. Ropa interior y objetos de valor también quedaron abandonados en medio de la lujosa habita

Comic Sans MS

Entró azotando la puerta del pequeño departamento que compartía con su soledad. Se tumbó en su sillón favorito y el dolor de estómago le recordaba el malestar que poco a poco fue creciendo y le indujo el vómito. Sintió las horcajadas y las vocales y las consonantes salieron expulsadas sin control. Mayúsculas, minúsculas, puntos y seguidos recorrieron sin control la garganta y salieron escupidos salpicando muebles y televisor. Los signos de admiración le dolían en la garganta en cada expulsión pero no podía detener ni el asco ni la necesidad de su cuerpo de expulsar todo aquello que la molestaba, le dolía, la hacía sentir sólo pequeños párrafos en esa historia compartida. Dos puntos, y las viñetas llenaban uno, dos, tres niveles interminables y las letras bold le desgarraban las ideas. Puntos suspensivos. Arremolinada en ese, su sillón favorito logró conseguir la calma y las interrogaciones desfilaron una a una acompañada de los infaltables por qué, para qué, quién, dónde,

Para una primera vez

La vos lenta del blues triste suena de fondo. Tus manos inexpertas recorren su espalda sin saber qué hacer con tanta dulzura, tanta ternura. Le dices que nunca había sido así, que las entregas anteriores con las mujeres anteriores sólo te salían de las ganas de inundarlas y saciar tus desahogos, vaciarte, consolar la falta de amor que sentías por ellas. Pero ahora es distinto porque tienes entre tus brazos a la mujer amada, a aquella que te ha desvelado por años, a quien idealizas sin tenerla y acaricias sin tocarla y penetras en sueños. Ahora la tienes aquí, toda tuya dispuesta a mostrarte un mundo que no conocías, el del amor y la ternura, no el del sexo sofocante. Tiemblas, la música sigue y tu tiemblas y no sabes si es de miedo o de deseo o de ternura. Pero el sofoco inunda tu calor y el sexo erecto reclama la conquista y no puedes reprimir tu instinto. -¡Mamacita, estás bien buena! ¿Y qué más puedes decir? Si así aprendiste a entregarte y reclamar la entrega, a poseer

De visita por el V

Tu lengua rasposa me impide la entrega. Cuerpos viejos que ya se conocen pero nunca se han compenetrado. Sé de tu amor, me lo has demostrado pero también sabes que no es correspondido. ¿Cómo se suaviza una lengua que no acaricia, que hiere y raspa y deja surcos en la piel, en la delicada piel que se entrega? Cómo se le quita el sentimiento a la entrega para que esta no sea un simple intercambio de beneficios entre dos que tienen diferentes necesidades. ¡Hola cariño! Quiúbole… seco, frio, distante. Tú no eres mi cariño. Pero aquí estamos, con la ciudad a nuestros pies, llenando el cuerpo de etílico para olvidar que somos distantes, diferentes, incongruentes. Somos novios de esos que no se aman, pero a fuerza de querer olvidar ya no sabemos qué, hoy estamos aquí, con una maravillosa vista y la vergüenza de un sexo que ni siquiera tuvo tintes de cariño, mucho menos de amor. Hoy no te amo, mañana, ¿quién sabe?

Deporte olímpico

Una vez más me relatas con lujo de detalles tu última conquista sexual. La chica, una recién adulta estrenando identificación oficial, quedó prendida, según tu, de tus encantos de hombre ejecutivo, sonrisa estudiada, cuerpo bien cuidado. Y qué importa que seas casado, y qué importa que no sea la primera, mucho menos relevante es que después del primer encuentro habrá muchos más acomodados a tus horarios, a tus días de disponibilidad, a la manera en que vas acomodando las horas, los días, los tiempos libres y las horas muertas. Veo en tu mirada las ganas que tienes de soltarme la invitación, y no resisto el pensar de ti ¡pobre! Descubres en mi mirada la falta de ganas de disfrutar de ese tu cuerpo, de disfrutarte, y piensas muy para tus adentros ¡pobre! Nos despedimos con una sonrisa burlona dibujada en los labios de ambos. Tu no sabes que tu nueva conquista ya me contó indiscretamente la aventura amorosa que vivieron la noche anterior, y que con una mueca de desgano sólo atin