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Mostrando entradas de septiembre, 2010

Minibiografía

Yo nací un primero de septiembre de mil novecientos sesenta y siete bajo el signo de virgo. Me crié en una familia feliz. Crecí siendo una niña seria y callada. Incluso ahora me dice mi mamá que pensó que de grande iba a ser más bien débil. Los novios nunca me faltaron, pero como soy mujer de antes, todos fueron de manita sudada. Por supuesto que me enamoré, pero no se si por suerte o por desgracia, fueron muy pocas veces, así es que en cuestión de amores no he sufrido mucho por falta de práctica, pero eso si, cuando me he enamorado me entrego completita. Ya de adulta pasé por una etapa de tristeza que se me metió en los huesos. Mi madre se fue de casa cuando tenía veintidós, mi hermanita se embarazó joven y mi hermano buscó su camino lejos de nosotros. Mi padre fue a buscarlo y en casa sólo nos quedamos mi hermanito el más pequeño y yo. Para qué adentrarme en detalles, pesaba cincuenta kilos o creo que hasta menos y casi no comía. Terminé en el hospital por un intento de suicidio. Co

Descubri

Perdón por la voz tan bajita, es que no quiero espantar al colectivo, pero. Justo hoy he descubierto una verdad de vida. ¿O será de muerte? Hoy que convergieron en mi mundo pasado y presente; que de la nada me llené de nostalgia; que el espanto del futuro llenó este tránsito desolado de sinsentidos que recorro con el segundero, de repente todo se detuvo. Y recordé el amor perdido pero me alegré del amor encontrado, vivido. Y lloré por los seres queridos que ya han dejado de sufrir sus males pero que también dejaron de existir en este abandono del sufrimiento. Qué cierta es la sentencia de que los que sufrimos somos los que nos quedamos pero, ¿realmente sufrimos? También olvidé los olvidos por los que olvidé mis objetos olvidados por el recuerdo de mi infancia, si, mi muñeca; el reloj de quinceañera; aquellos infinitos diarios que me regalaban la historia de vida de alguien muy parecida a mi pero con días, meses o semanas más joven hecha letras; mi virginidad, esa que no perdí, que rega

¡Shhh!

¡Calla por favor, no me atormentes! ¿No ves que me duelen los oídos de ti? ¿No escuchas que no te veo? ¿No sientes la luz de la soledad? Vete lejos, deja de ser murmullo ya no quiero saber de ti. Aparta de mi camino tu presencia hoy no soy capas de tu sentir. Y así es todas las noches llenas de voces calladas y silentes desbordantes de nadas que se alejan noches desamadas, noches de ausencia.

¿Dónde?

Dentro se lleva el alma ahí nace, ríe y llora el afuera es solo sombra de la desilución que mata. Dentro ocurre todo creces, eres, te delatas los otros no saben nada son sólo réplicas exactas. Dentro a veces también se rompe el alma y si nada queda dentro afuera la vida se acaba.

Sueño

Hola, ¿Cómo estás? Yo muy bien no me puedo quejar. Nuestros hijos cada día más grandes y más independientes y por supuesto, a veces me hacen sentir abandonada. Pero no es reclamo. ¿Te acuerdas que siempre decíamos que mientras más lejos mejor? Y mira que lo han cumplido pero no me incomoda, al contrario, si los tuviera aquí todos los días y a todas horas me sentiría asfixiada. Siempre me preguntan por ti pero más me preguntan qué siento, si no te extraño, si ya lo he superado. Ellos lo saben y no puedo engañarlos. ¡Te sigo extrañando! Y bien sabes que es verdad porque entre nosotros nunca hubo mentiras ni en aquella ocasión en que te acostaste con Carolina. ¡Qué papelón hicimos los dos! ¿No crees? Ella como buena amiga llamándome para confesarme TODA LA VERDAD, y yo como mejor esposa contestándole que estaba enterada de todo y que tenías mi aprobación para hacerlo. ¡Qué ridícula se puso su cara cuando nos vio juntos en la fiesta! La gente no está acostumbrada a esas cosas, a la verdad,