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Mostrando entradas de diciembre, 2012

Cuestión de género

Cuando la conoció, quedó prendado de su presencia. Era la mujer ideal. Le dio caros obsequios, se la llevó de viaje, le hizo un guardarropa a su gusto (al gusto de él, por supuesto) y ella se dejó querer. La rodeó de lujos, le pagó el gimnasio, incluso el departamento, fue un mero trámite obligado. Ella, mujer inteligente, se dejó querer, recibió a manos llenas y sólo entregó un muy buen sexo en una muy buena cama que fue construyendo con detalles amorosos, cariñosos y que nada le costaban. Lo siento, perdón, he cometido una grave equivocación. Olvidé que en esta historia, ella no es ella, es un él, y él, por supuesto que no es un hombre, es una ella. ¿Acaso importa?

Buena mujer

Mirándolo a los ojos, a esa turbia mirada perdida le escupió la frase como un grito. ¡YO SOY UNA BUENA MUJER! Él, indiferente desde la lejanía, sólo era el receptor del discurso. Siempre fui una buena mujer y lo sabes. Soporté tus infidelidades, me hice la ciega. Nunca te contesté cuando aniquilabas mis argumentos con una simple y sencilla frase: "No seas tonta, eso es una estupidez", y me creí estúpida y con tus argumentos siempre tenías la razón. Te lavé la ropa con cariño; guisé tus platillos favoritos con amor; te esperaba impaciente y con desvelo todas aquellas noches que fingías tener mucho trabajo. Y yo, buena mujer al fin, nunca te reclamé nada. Primero fue un bofetón, que acepté porque me prometiste que había sido sin querer. Después siguieron los pellizcos, los manotazos,continuaron las patadas y terminaste arrojándome objetos pesados. Pero yo era una buena mujer, sabía que todo era mi culpa, que a final de cuentas te había escogido y que así debería de

Modernidad

Se tiñó el pelo, se puso botox, se arregló la dentadura y la dieta fue obligada. Moldeó su cuerpo, se mato en el gimnasio, cambió su guardarropa desde dentro hacia afuera. Salió sonriente a conquistar el mundo. Lo que no se dio cuenta es que en ese momento, el mundo ya la había conquistado. Cuando descubrió su imagen en el aparador de ropa de marca, ya no reconoció a la que le devolvía la mueca que quería parecer sonrisa. Había envejecido.

Alicia se sigue preguntando

Alicia se mira en el espejo virtual. Esa mirada parece su mirada, la cabellera es propia, la sonrisa enigmática, confidente, transparente es de ella. Alarga el brazo para alcanzar el ideal pero esa no es ella, toca pero no se siente, habla pero esa voz no tiene su timbre. ¿Qué pasó, quién le robó su yo, quién es esa que es ella pero no es ella? Trata de recordar cuando se convirtió en esa imagen virtual que nada le dice de lo que es ella, que se declara enamorada de un ser especial que ella, la que toca realmente, nunca ha conocido. Revisa su historia de vida y ninguno de esos datos que aparecen ahí, es personal, todos le son desconocidos. Alicia no se encontró con el espejo de la vida paralela. Ella se encontró con una ella que no es ella pero que en la virtualidad, ha construido con partes de historias que así, la hacen más linda, menos desquiciada y más enamorada. Alicia ya no está en el espejo, ahora está en la virtualidad y esa imagen, también es bizarra.

Metamariposa

Vuela libres y sin control, estirando tus recien estrenadas alas mariposa de mil colores. Ninguna oruga eres, tu fealdad era interna Los predadores ya no existen aves der apiña queriendo sangrarte sin piedad. Hoy ningún cazador te tiene Eres propia y lo disfrutas. Sigue tu viaje llega alto nunca pares La libertad que ahora has ganado nadie te la puede quitar.