Cuando la conoció, quedó prendado de su presencia. Era la mujer ideal.
Le dio caros obsequios, se la llevó de viaje, le hizo un guardarropa a su gusto (al gusto de él, por supuesto) y ella se dejó querer.
La rodeó de lujos, le pagó el gimnasio, incluso el departamento, fue un mero trámite obligado.
Ella, mujer inteligente, se dejó querer, recibió a manos llenas y sólo entregó un muy buen sexo en una muy buena cama que fue construyendo con detalles amorosos, cariñosos y que nada le costaban.
Lo siento, perdón, he cometido una grave equivocación. Olvidé que en esta historia, ella no es ella, es un él, y él, por supuesto que no es un hombre, es una ella.
¿Acaso importa?
Le dio caros obsequios, se la llevó de viaje, le hizo un guardarropa a su gusto (al gusto de él, por supuesto) y ella se dejó querer.
La rodeó de lujos, le pagó el gimnasio, incluso el departamento, fue un mero trámite obligado.
Ella, mujer inteligente, se dejó querer, recibió a manos llenas y sólo entregó un muy buen sexo en una muy buena cama que fue construyendo con detalles amorosos, cariñosos y que nada le costaban.
Lo siento, perdón, he cometido una grave equivocación. Olvidé que en esta historia, ella no es ella, es un él, y él, por supuesto que no es un hombre, es una ella.
¿Acaso importa?
Comentarios
FELIZ NAVIDAD!!!
Que Santa deje en tu árbol ese deseo que pulsa en tu corazón
abrazos energéticos