Desbordada de soledad el alma se inunda. ¿Por qué aspiro ese aroma tan de antaño? Sin pensarlo me adentro en el abismo que se vuelve remolino de emociones y giro y giro queriendo gritarle un suspiro. Arrástrame recuerdo por los laberintos de sus vocales y consonantes, esas que una vez saboreaba con deleite pronunciando una a una o todas en conjunto. Hoy solo son ecos lejanos de una historia ya escrita que con el tiempo se ha ido borrando, que no tiene retorno, que sigue sangrando sin haber sanado pero que no hay más remedio, hay que extirparla. No me dejes caer bajo, memoria prodigiosa que de la nada, lo traes al presente. Hoy no quiero.
Mis historias de todo y de nada