Se me quedó la piel en un suspiro cuando tus ojos se perdieron en lo infinito de mi orgasmo.
Nos deseamos por soledad y nos entregamos sin mañana.
No fue amor, ninguno de los dos puede amar todavía. Nuestras almas son huérfanas y hemos olvidado cómo entregarnos sin medida, disfrutando al otro, entregándose por completo, hemos olvidado cómo hacer el amor y sólo corrimos hasta alcanzar el éxtasis.
El descanso nos sorprendió con el sol en la cara. En esa habitación somos sólo cuerpos ajenos de dos desconocidos que por casualidad coincidieron.
No te quise volver a ver, un beso te dejé de despedida. No me quisiste hablar, tu silencio fue la única respuesta a esa locura de una noche.
Hoy por casualidad me acordé de ti, hermoso amante ocasional, pero con tristeza comprobé, que ni siquiera se tu nombre, que no te extraño, que sólo fuiste la alegría de un solo día.
Nos deseamos por soledad y nos entregamos sin mañana.
No fue amor, ninguno de los dos puede amar todavía. Nuestras almas son huérfanas y hemos olvidado cómo entregarnos sin medida, disfrutando al otro, entregándose por completo, hemos olvidado cómo hacer el amor y sólo corrimos hasta alcanzar el éxtasis.
El descanso nos sorprendió con el sol en la cara. En esa habitación somos sólo cuerpos ajenos de dos desconocidos que por casualidad coincidieron.
No te quise volver a ver, un beso te dejé de despedida. No me quisiste hablar, tu silencio fue la única respuesta a esa locura de una noche.
Hoy por casualidad me acordé de ti, hermoso amante ocasional, pero con tristeza comprobé, que ni siquiera se tu nombre, que no te extraño, que sólo fuiste la alegría de un solo día.
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