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Diario 24 de noviembre de 2010

Había hecho un texto que para variar, hablaba de amor, de desamor, del por qué de las cosas, mi vida, mis decisiones pero comienzo a encontrar el asunto repetitivo y meditando al respecto y pensando en todo lo que a veces pienso y siento, me decidí a escribir este diario en donde espero poder dejar por escrito todo mi sentir o al menos todo esto que a veces me acongoja en el día a día y que nadie conoce porque no soy muy ni de contar problemas ni de pedir ayuda.
Porque no me dejarán mentir, los problemas pasan, y la ayuda nunca llega y mejor sólo pensarlo.

Y así, como está muy de moda esto de escribir incluso de temas sexuales y justo terminé de leer el libro El dulce veneno del escorpión, escrito por una prostituta brasileña que ha saltado a la fama por su apertura respecto a describir de pe a pa sus temas de cama, también decidí no omitir lo que en este terreno me acontece.

Lamentablemente hace tanto tiempo que es en ese terreno en donde tengo carencias, que ni modo que sea explícita y descriptiva en mis encuentros sexuales conmigo misma, creo que eso podría caer en el aburrimiento así como ya ha caído la práctica para mi jijiji.

En fin, que sólo escribo y si en uno de estos días, o los subsecuentes, o los que lleguen al paso de muchos, muchos años tengo algún encuentro sexual con ese que espero sea el amor de mi vida en crecimiento, pues ya lo contaré. Por el momento sólo el día a día.

Ayer me sentía de la jodida, entre dolores musculares, falta de sueño, principios de resfriado y para colmo, una llamada de la maestra de mi hijo que no se por qué extraña circunstancia se le ocurrió la genial idea de no hacer nada en el salón de clase.

Mi hijo tiene particularidades raras. Puede ser el niño mejor portado de su clase y por supuesto que su inteligencia también es de admirar, pero también puede ser el más flojo del salón y entonces de que dice no hago nada, pues en realidad no hace nada.

Me molesta mucho su actitud, los castigos se han sucedido uno a otro y a veces responde, otras intenta y las más, vuelve a caer en el vicio de ser un niño normal y flojo.

Traté de molestarme, incluso fingí un enojo que ahora me doy cuenta que realmente no siento. He aprendido que su futuro está en sus manos y que es sólo responsabilidad de él entender el daño o bien que se está haciendo y la mía sólo hacerle ver las cosas. Pero como no puede pasar el evento sin castigo, pues sí tiene restricción de varias cosas y por supuesto, la promesa de mandarlo a la calle a vender chicles que creo que ya se está volviendo realidad.

Pese a la molestia de ayer, todo va fluyendo. Buenas noticias llenaron mi día y si bien el cuerpo se quejó todo el día por ese virulento que resulta que creo era simplemente sueño, el saber que hay planes para un buen momento de relax, independientemente de la compañía, me hicieron la mañana. El saber que gusto y me gustan también es cada vez más tangible y si no fuera por esta absurda necesidad que tengo de pensar en el otro, los otros, o los pros y contras no personales, sino de los que me rodean, creo que ya hace mucho me habría animado a formalizar con un par de buenos candidotes (oops, candidatos quise decir jijiji), pero tiempo al tiempo, calma en las decisiones y veremos qué pasa así, sin expectativas, sin forzar nada, sin esperar nada y si algo se concreta que sea porque tenía qué concretarse y no por una desesperación que francamente, ya no siento.
Concluyendo, ayer fue un gran día y soy feliz, veo a mi hijo también aprendiendo y tropezando y creo que también eso le ayuda y sobre todo si tomamos en cuenta que su educación formativa depende completamente de lo que yo le transmita. Así es que creo que todo va bien.

Comentarios

lichazul ha dicho que…
que buena entrada Nata querida, a cuantas no nos ha pasado esas cosas con los hijos, que nos llama la profe porque el alumno hace mucho o hace nada

a veces me pregunto si en el salón el adulto que está a cargo será lo suficientemente estimulativo y perceptivo como para saber que está tratando con Individuos y no con entes seriados?

a veces con mi hijo me ha pasado cuando era más niño ahora ya tiene 16 y está a un año de terminar la secundaria
y él me ha hablado siempre de lo mísmo, las mallas curriculares a las cuales se enfrentan los estudiantes en realidad deberían ser absolutamente flexibles con los intereses individuales, así tendrían a personas realmente interesadas y comprometidas en desarrollar e ir más allá en la investigación de sus ideas relacionadas con las materias que le interesan, pero como ello no ocurre y nunca ha ocurrido , tenemos individuos que se aburren y desperdician el tiempo o simplemente comienzan a fomentar malos hábitos de concentración y por ende una errada orientación vocacional.

con respecto a la vida afectivo-sexual, tocas algo que a muchas nos pasa después de experiementar una separación o divorcio

cuesta mucho volver a entablar confianzas y relaciones absolutamente:)

gracias por tus huellas , me alegran mucho, pues son perlas escasas dentro de mi rincón bloggero jajaja, son todo un tesoro que aprecio
abrazoooo y besitos de luz
Ánimos y suerte en las citas:)
Xocas ha dicho que…
Mi querida Nata: ya tu sabes que los días son buenos y malos y eso no cambia nunca. Es cosa de saber encajar a veces y saber disfrutar otras. No hay más.
Y el muchachote tendrá que aprender porque es lo que le conviene, pero raramente irá a los ritmos que convengan a los demás.
Y me disculpo por la larga ausencia, aunque sé que no tengo perdón.

El gallego perdido. Un beso.

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