Casi no escribo de política porque con trabajos recuerdo la definición de izquierda, derecho, centra, centro-izquierda, centro-derecha y para colmo hasta la tercera vía.
Mis conocimientos respecto a la política del país también son más bien prácticos e históricos. Recuerdo las crisis y los nombres de los presidentes, casi no recuerdo nombres de miembros de gabinetes y sólo algunos cuantos apellidos me quedan en la memoria a largo plazo.
Es así que los Hang, Carstens, Petricholi, Durazos, Elvas, Murillos y demás apellidos la verdad es que me dicen muy poco porque sólo entiendo de situaciones y no de referencias y debo confesarlo, soy muy mala para los nombres.
Pero heme aquí, que sin ser necesariamente política docta y letrada he participado de los cambios que se han dado en este país y también de los que no han llegado a cristalizarse porque siempre habrá medios para no realizarlos, así es que hoy he decidido hablar de política de mercado, de tortillería, del día a día para correr y tomar el metro, entregar al crío en el colegio, llegar a tiempo a checar la entrada y terminar el día rendida y desencantada de casi todo.
Hoy leí por recomendación una nota en un diario de circulación nacional y ahora no se si también deba incluir “cibernética” y descubro que varios ya se están destapando para candidatos.
También he escuchado que muchos están apoyando a un partido dinosaurio que ya ha vivido y dominado este país y esto me trae varias ideas.
Comienzo por confesar que yo si voté por el cambio y que sin arrepentimiento pienso y estoy convencida que pudo haber dado para más pero no por ello fue una elección errónea (la mía, por supuesto). ¿Cómo se puede saber la diferencia si nadie se anima al cambio?
La verdad es que no estoy desencantada con los resultados y por el contrario creo que en muchos aspectos este cambio ayudó al país a querer despuntar en una nación más organizada y con mecanismos de control y en el caso del gobierno, de autocontrol, que si bien han sido criticados, ¿cuándo se había visto que alguien censurara y criticara los gastos excesivos e innecesarios que tiene el ejecutivo? Como diría mi abuelita, en mich tiempoch…. Uyyyy, si yo les contara la de cosas que se sabían y nadie se atrevía a ventilarlas a nivel nacional y por cadena abierta.
Pero para qué contarles si muchos de los que pasamos los cuarenta sabemos que este país ha sido robado a manos llenas por ese poder político que nos ¿Gobierna? Y la verdad es que me lleva a la hilaridad el que ahora se escandalicen todos y todas porque la inflación aumentó un siete por ciento si hemos vivido inflaciones de hasta un dos mil por ciento. ¿O ya se nos olvidó?
Y para muestra vasta revisar así sin querer la filmografía de este país y sin ir más lejos, esas películas en blanco y negro en donde ya sea Tin Tan, David Silva e incluso cualquiera de los Soler, se quejan de los intermediarios, de los acaparadores, de la falta de dinero, del tener qué ir vendiendo aspiradoras puerta por puerta o de la referencia a los baches en el D.F. y la falta de agua no en un par de colonias, en todo el distrito.
Ahora se enarbola el problema de inseguridad como mecanismo de medida para un buen o mal gobierno, así sin reflexionar y sin cifras en la mano, me pregunto¿qué gobierno hay en Juárez, Quintana Roo, Puebla, Chihuahua? De entre todos ellos me viene a la mente el apellido Marín y la impunidad con la que siguió gobernando por muchos años más después de sus escándalos y el tricolor se impuso una vez más.
También considero que la inseguridad no es un problema cien por ciento de la manera de gobernar, sino de la manera en que las familias se están deseducando y perdiendo valores esenciales como respeto, comunicación y por qué no decirlo, mano dura.
Por supuesto que no defiendo la mano dura en toda la extensión de la palabra, si bien podemos rescatar la honradez que existía antaño, la caballerosidad, el respeto, también yo criticaría enormemente esta imposición que ejercían los padres casi rayando en la cerrazón en donde la opinión de los hijos era simplemente ignorada e intolerada.
Pero regresemos a la política y las destapaderas que se están haciendo a últimas fechas y de todos los futuros candidatos y lo digo sin tintes de partido, yo si apoyaría a Ebrard.
No se, me quedó muy grabada en la memoria una entrevista que tuvo ya hace muchos años con un recién estrenado payaso Brozo con quien, como jefe de seguridad, hablaba de la inseguridad y dijo algo muy cierto: “Para terminar con el crimen se debe tener mano dura” y por supuesto las críticas fueron cruentas y rudas, pero yo me pregunto, ¿cuándo queremos que se termine la inseguridad si no se castiga hasta al que se pasó un semáforo?
Qué tanto somos responsables de lo que nos pasa como nación y como ciudad si nosotros mismos no somos diferentes en cuanto a seguir reglas, a aceptar normas, en pocas palabras, a cumplir la ley.
Yo que soy ciudadana de a pie, sigo viendo automovilistas que se dan vueltas prohibidas, que manejan y hablan por celular, que no respetan a los peatones, y de estos últimos mejor ni hablamos, se cruzan por media calle, se brincan los torniquetes del metro para no pagar, corren desesperados por atravesar avenidas con el puente peatonal a unos cuantos pasos, en fin, ¿quién está fallando?
Como sea en estos momentos yo encuentro a la Ciudad de México más tranquila que el resto del país. No he visto ni atentados, ni asaltos a mano armada, ni tiroteos en plena calle ni muertos en cada esquina. Aunque como tampoco quiero ocultar información, si se que se siguen dando asaltos y carterismos en el Microbús y me han contado de bolsas navajeadas y conatos de violencia pero insisto, o soy muy cuidadosa con los lugares por donde transito o de plano tengo muy buena suerte y no me ha tocado todavía ver nada.
Lo que me hacer recordar que justo en el sexenio de Salinas, en el transcurso de una semana todos los miembros de mi familia fuimos víctimas de asaltos a mano armada y hablo de hace ya muchos años y con otro gobierno que no era el azul y el amarillo no era más que una ilusión.
En fin, que de todos los destapados y destapables yo votaría por Ebrard con todas las críticas que se han levantado en su contra y pese a que es miembro de un partido de izquierda, considero que el único pero que le encontraría es el cómo formaría su gabinete, porque una cosa es ser presidente y otra muy diferente hacer lo que se les de la gana, si no, que le pregunten a Fox, que muchas de sus buenas ideas como el legalizar la droga, se toparon con pared frente a un gabinete y unas cámaras que se escandalizaron nada más de leer la nota y el asunto se sepultó en el olvido, en este olvido histórico que nos ha estado carcomiendo la memoria colectiva que poco a poco se pierde y sólo nos deja ver “lo mal que estamos ahora”, y no LO MAL QUE SIEMPRE HEMOS ESTADO.
Mis conocimientos respecto a la política del país también son más bien prácticos e históricos. Recuerdo las crisis y los nombres de los presidentes, casi no recuerdo nombres de miembros de gabinetes y sólo algunos cuantos apellidos me quedan en la memoria a largo plazo.
Es así que los Hang, Carstens, Petricholi, Durazos, Elvas, Murillos y demás apellidos la verdad es que me dicen muy poco porque sólo entiendo de situaciones y no de referencias y debo confesarlo, soy muy mala para los nombres.
Pero heme aquí, que sin ser necesariamente política docta y letrada he participado de los cambios que se han dado en este país y también de los que no han llegado a cristalizarse porque siempre habrá medios para no realizarlos, así es que hoy he decidido hablar de política de mercado, de tortillería, del día a día para correr y tomar el metro, entregar al crío en el colegio, llegar a tiempo a checar la entrada y terminar el día rendida y desencantada de casi todo.
Hoy leí por recomendación una nota en un diario de circulación nacional y ahora no se si también deba incluir “cibernética” y descubro que varios ya se están destapando para candidatos.
También he escuchado que muchos están apoyando a un partido dinosaurio que ya ha vivido y dominado este país y esto me trae varias ideas.
Comienzo por confesar que yo si voté por el cambio y que sin arrepentimiento pienso y estoy convencida que pudo haber dado para más pero no por ello fue una elección errónea (la mía, por supuesto). ¿Cómo se puede saber la diferencia si nadie se anima al cambio?
La verdad es que no estoy desencantada con los resultados y por el contrario creo que en muchos aspectos este cambio ayudó al país a querer despuntar en una nación más organizada y con mecanismos de control y en el caso del gobierno, de autocontrol, que si bien han sido criticados, ¿cuándo se había visto que alguien censurara y criticara los gastos excesivos e innecesarios que tiene el ejecutivo? Como diría mi abuelita, en mich tiempoch…. Uyyyy, si yo les contara la de cosas que se sabían y nadie se atrevía a ventilarlas a nivel nacional y por cadena abierta.
Pero para qué contarles si muchos de los que pasamos los cuarenta sabemos que este país ha sido robado a manos llenas por ese poder político que nos ¿Gobierna? Y la verdad es que me lleva a la hilaridad el que ahora se escandalicen todos y todas porque la inflación aumentó un siete por ciento si hemos vivido inflaciones de hasta un dos mil por ciento. ¿O ya se nos olvidó?
Y para muestra vasta revisar así sin querer la filmografía de este país y sin ir más lejos, esas películas en blanco y negro en donde ya sea Tin Tan, David Silva e incluso cualquiera de los Soler, se quejan de los intermediarios, de los acaparadores, de la falta de dinero, del tener qué ir vendiendo aspiradoras puerta por puerta o de la referencia a los baches en el D.F. y la falta de agua no en un par de colonias, en todo el distrito.
Ahora se enarbola el problema de inseguridad como mecanismo de medida para un buen o mal gobierno, así sin reflexionar y sin cifras en la mano, me pregunto¿qué gobierno hay en Juárez, Quintana Roo, Puebla, Chihuahua? De entre todos ellos me viene a la mente el apellido Marín y la impunidad con la que siguió gobernando por muchos años más después de sus escándalos y el tricolor se impuso una vez más.
También considero que la inseguridad no es un problema cien por ciento de la manera de gobernar, sino de la manera en que las familias se están deseducando y perdiendo valores esenciales como respeto, comunicación y por qué no decirlo, mano dura.
Por supuesto que no defiendo la mano dura en toda la extensión de la palabra, si bien podemos rescatar la honradez que existía antaño, la caballerosidad, el respeto, también yo criticaría enormemente esta imposición que ejercían los padres casi rayando en la cerrazón en donde la opinión de los hijos era simplemente ignorada e intolerada.
Pero regresemos a la política y las destapaderas que se están haciendo a últimas fechas y de todos los futuros candidatos y lo digo sin tintes de partido, yo si apoyaría a Ebrard.
No se, me quedó muy grabada en la memoria una entrevista que tuvo ya hace muchos años con un recién estrenado payaso Brozo con quien, como jefe de seguridad, hablaba de la inseguridad y dijo algo muy cierto: “Para terminar con el crimen se debe tener mano dura” y por supuesto las críticas fueron cruentas y rudas, pero yo me pregunto, ¿cuándo queremos que se termine la inseguridad si no se castiga hasta al que se pasó un semáforo?
Qué tanto somos responsables de lo que nos pasa como nación y como ciudad si nosotros mismos no somos diferentes en cuanto a seguir reglas, a aceptar normas, en pocas palabras, a cumplir la ley.
Yo que soy ciudadana de a pie, sigo viendo automovilistas que se dan vueltas prohibidas, que manejan y hablan por celular, que no respetan a los peatones, y de estos últimos mejor ni hablamos, se cruzan por media calle, se brincan los torniquetes del metro para no pagar, corren desesperados por atravesar avenidas con el puente peatonal a unos cuantos pasos, en fin, ¿quién está fallando?
Como sea en estos momentos yo encuentro a la Ciudad de México más tranquila que el resto del país. No he visto ni atentados, ni asaltos a mano armada, ni tiroteos en plena calle ni muertos en cada esquina. Aunque como tampoco quiero ocultar información, si se que se siguen dando asaltos y carterismos en el Microbús y me han contado de bolsas navajeadas y conatos de violencia pero insisto, o soy muy cuidadosa con los lugares por donde transito o de plano tengo muy buena suerte y no me ha tocado todavía ver nada.
Lo que me hacer recordar que justo en el sexenio de Salinas, en el transcurso de una semana todos los miembros de mi familia fuimos víctimas de asaltos a mano armada y hablo de hace ya muchos años y con otro gobierno que no era el azul y el amarillo no era más que una ilusión.
En fin, que de todos los destapados y destapables yo votaría por Ebrard con todas las críticas que se han levantado en su contra y pese a que es miembro de un partido de izquierda, considero que el único pero que le encontraría es el cómo formaría su gabinete, porque una cosa es ser presidente y otra muy diferente hacer lo que se les de la gana, si no, que le pregunten a Fox, que muchas de sus buenas ideas como el legalizar la droga, se toparon con pared frente a un gabinete y unas cámaras que se escandalizaron nada más de leer la nota y el asunto se sepultó en el olvido, en este olvido histórico que nos ha estado carcomiendo la memoria colectiva que poco a poco se pierde y sólo nos deja ver “lo mal que estamos ahora”, y no LO MAL QUE SIEMPRE HEMOS ESTADO.
Comentarios
pués la política es un tema que me gusta
no así los políticos jajaja
paradojas
acá cada vez se homologan más y más los de derecha con izquierda
el centro así como los verdes son una cosa amorfa jajaja
en fin al final quien realmente gobierna es Don Dinero
nada que hacer
besitos de luz