Palabras que se agolpan en la mente sin sentido y que poco a poco van dando forma a ideas absurdas y sueños inalcanzables.
Estas mismas palabras que fluyen ya con forma, esperan ser pronunciadas, escritas, publicadas y una tras otra se agolpan y amontonan en la punta de donde sea que están estacionadas.
Ahí, las barreras las cercan y sin más se omiten y se vuelve esclavas de estereotipos y consignas, acuerdos y defensas de causas que ellas misma inspiraron y permitieron y así, mueren por su propio significado.
Las palabras mueren por ser propias y ser palabras.
Entonces encontramos que “Estoy enamorada de”… sufre el primer quebrando y deja de ser expresión porque ofende; “Chica roba maridos” pierde el verdadero significado de mujer a quien se agradece por la llave a la libertad y se convierte en blasfemia, ataque, menosprecio. Contrato social y parte de este ya no es más que esa pequeña piedra en el zapato en donde el título está prohibido, las frases que hagan alusión a él son pecaminosas y las oraciones que lo delatan dan miedo, y qué decir del gusto por otros. Un inicio de romance se convierte así, sin más ni más, en un simple pacto de intercambio de fluidos. ¿Cogemos? El amor ya no se alimenta porque es una palabra cursi y sin sentido al descubrir poco a poco que efectivamente, no existe.
El ser y actuar libre se vuelve imposible. Las restricciones se van sumando una a una y las letras se vuelven prohibidas porque ofenden a las amorosas, engañan a los despechados, insultan a las valientes y desquebrajan los castillos en el aire.
Pero aun así, el compromiso social, sexual, legal, de amistad, de solidaridad, incluso de cobardía existe y las palabras, esas que quisieron liberarse y simplemente ser, mueren antes de ser escritas, pronunciadas sin vivir la gloria de ser libres.
Muere la palabra y muere poco a poco la necesidad de ser expresada.
Estas mismas palabras que fluyen ya con forma, esperan ser pronunciadas, escritas, publicadas y una tras otra se agolpan y amontonan en la punta de donde sea que están estacionadas.
Ahí, las barreras las cercan y sin más se omiten y se vuelve esclavas de estereotipos y consignas, acuerdos y defensas de causas que ellas misma inspiraron y permitieron y así, mueren por su propio significado.
Las palabras mueren por ser propias y ser palabras.
Entonces encontramos que “Estoy enamorada de”… sufre el primer quebrando y deja de ser expresión porque ofende; “Chica roba maridos” pierde el verdadero significado de mujer a quien se agradece por la llave a la libertad y se convierte en blasfemia, ataque, menosprecio. Contrato social y parte de este ya no es más que esa pequeña piedra en el zapato en donde el título está prohibido, las frases que hagan alusión a él son pecaminosas y las oraciones que lo delatan dan miedo, y qué decir del gusto por otros. Un inicio de romance se convierte así, sin más ni más, en un simple pacto de intercambio de fluidos. ¿Cogemos? El amor ya no se alimenta porque es una palabra cursi y sin sentido al descubrir poco a poco que efectivamente, no existe.
El ser y actuar libre se vuelve imposible. Las restricciones se van sumando una a una y las letras se vuelven prohibidas porque ofenden a las amorosas, engañan a los despechados, insultan a las valientes y desquebrajan los castillos en el aire.
Pero aun así, el compromiso social, sexual, legal, de amistad, de solidaridad, incluso de cobardía existe y las palabras, esas que quisieron liberarse y simplemente ser, mueren antes de ser escritas, pronunciadas sin vivir la gloria de ser libres.
Muere la palabra y muere poco a poco la necesidad de ser expresada.
Comentarios
todo depende de la intención y del contexto sin duda
buena semana!!
Aunque en ocasiones se reifica en cosas intangibles como los sentimientos, que nacen a partir de ideas y preconcepciones, es decir formulaciones mentales anteriores a la experiencia... chale, por qué la naturaleza nos tuvo que dotar de una circunvolución cerebral más que a los reptiles. De no haberlo no estaríamos pensando en estas cosas.
Un abrazo
P.S. Está pendiente un trago o un cafelito amá, no se te olvide.