Hoy descubro que no te amo. Que pese a las caricias que tan intensamente te regalé anoche, no pretendo que estas sean para demostrarte amor sino simplemente porque el roce de tu piel llena mis manos de vibraciones.
Tampoco fueron de amor los cientos de besos que fui regando uno a uno en tu cara, en tu cuello, en todo tu cuerpo, porque con cada beso sólo quise acariciar esos puntos de ti que no son míos, que se que nunca serán míos pero que saboreo y disfruto y degusto. Te degusto.
Las muchas veces que te llevé a los cielos tampoco son acometidas de amor, acaso de pasión desenfrenada que siento y sientes cuando estamos juntos, cuando me penetras, cuando te poseo. En este intercambio de fluidos, en este rozar y frotar, humedecer y explotar sólo encuentro la muestra de que cada uno de nosotros estamos vivos y sentimos y nos entregamos y nos excitamos, pero nada más.
La calma que siguió a la entrega no puede ser amorosa, no es muestra de unión, de comunión y mucho menos de esto que es nuestro porque los dos nos entregamos y gozamos y deseamos a la par y nos damos a manos llenas el uno para el otro pero definitivamente no puedo hablar de amor.
No puedo, no quiero, no necesito sentir amor por ti, porque ese amor trillado, escrito, definido e identificado que todos pregonan es muy poco comparado con lo que anoche hice, te hice, hicimos…
Anoche, sólo por aburrimiento, sólo por compasión, sólo porque si, únicamente hicimos el amor.
Tampoco fueron de amor los cientos de besos que fui regando uno a uno en tu cara, en tu cuello, en todo tu cuerpo, porque con cada beso sólo quise acariciar esos puntos de ti que no son míos, que se que nunca serán míos pero que saboreo y disfruto y degusto. Te degusto.
Las muchas veces que te llevé a los cielos tampoco son acometidas de amor, acaso de pasión desenfrenada que siento y sientes cuando estamos juntos, cuando me penetras, cuando te poseo. En este intercambio de fluidos, en este rozar y frotar, humedecer y explotar sólo encuentro la muestra de que cada uno de nosotros estamos vivos y sentimos y nos entregamos y nos excitamos, pero nada más.
La calma que siguió a la entrega no puede ser amorosa, no es muestra de unión, de comunión y mucho menos de esto que es nuestro porque los dos nos entregamos y gozamos y deseamos a la par y nos damos a manos llenas el uno para el otro pero definitivamente no puedo hablar de amor.
No puedo, no quiero, no necesito sentir amor por ti, porque ese amor trillado, escrito, definido e identificado que todos pregonan es muy poco comparado con lo que anoche hice, te hice, hicimos…
Anoche, sólo por aburrimiento, sólo por compasión, sólo porque si, únicamente hicimos el amor.
Comentarios
a cuántos nos ha pasado??
el amor cuando se estanca
pasa lo que tú expones tan pero tan rebien!!
muakismuakis Nata bella
besitos pa'l baby ^-^
Gracias por la visita y te espero cuando gustes!
Un abrazo
post buenísimo.